En 2023, Argentina cumple 40 años de democracia ininterrumpida. En estos años hemos logrado la erradicación de la violencia política y la aceptación de las elecciones como la única y legítima forma de traspaso de poder. En materia de política exterior, el país se vinculó con mundo a través de una serie de lineamientos en torno a la Cuestión Malvinas, la defensa y el fomento de los derechos humanos, la promoción y diversificación del comercio exterior y la cooperación e integración regional, entre otros. Avanzamos en la igualdad de oportunidades a través de leyes como la del matrimonio igualitario y el voto joven. Sin dudas, en estos casi 40 años ininterrumpidos de democracia fuimos capaces de consolidar derechos fundamentales.
Sin embargo, todavía quedan muchos desafíos pendientes para alcanzar un desarrollo sostenible, el respeto y el pleno ejercicio de los derechos humanos. A lo largo de estas cuatro décadas atravesamos nueve crisis económicas, el PBI per cápita se encuentra estancado, la pobreza alcanza a casi la mitad de la población y un tercio de las y los jóvenes está desempleado.
El país requiere de políticas impulsadas por un acuerdo intergeneracional que delimite un horizonte común entre los liderazgos de hoy y aquellos futuros, en base a prioridades y agendas compartidas, conteniendo las preocupaciones y prioridades de las juventudes.